
Con ese título la Academia Nacional de Medicina (ANM) acaba de publicar una nota científica en su publicación electrónica CientMed [Vol2(25): págs. 01-05, 2021], en donde sus autores describen como todas las vacunas que han demostrado ser seguras y eficaces contra la COVID-19 se basan en la producción de anticuerpos neutralizantes dirigidos contra la proteína S de la espiga, situada en la superficie del virus. Para ello se utilizan diferentes plataformas, especialmente virus completo inactivado, vectores de adenovirus, ARN mensajero. y nanopartículas proteicas.
Sin embargo, la investigación para desarrollar nuevas vacunas continúa y la base de datos de la Organización Mundial de la Salud (4 de mayo de 2021) describe al menos 184 candidatos a vacuna que se están evaluando en el laboratorio o en animales y 96 que ya se encuentran en experimentación clínica en seres humanos. De los candidatos a vacunas en fase clínica, 8 de ellos se basan en un segmento de la proteína S conocida en inglés como Receptor Binding Domain (RBD), o dominio de unión al receptor. Como dice su nombre, el RBD es la parte de la proteína S que se une al receptor celular ACE2 para que el virus pueda iniciar la infección. El candidato vacunal Abdala es uno de esos productos.
Aunque hay varios candidatos vacunales basados en el RBD, todavía no se ha obtenido evidencia de su eficacia en humanos. El candidato vacunal Abdala, que fue diseñado por el Centro de ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, se comenzó a evaluar en fase 1 en julio del 2020. Los resultados preliminares indicaron que Abdala induce anticuerpos neutralizantes en voluntarios humanos, lo cual llevó a la decisión de llevar a cabo una fase 3 en 48.000 humanos, que se inició en Cuba el 22 de marzo de 2021. Se espera que dentro de los próximos dos o tres meses se conocerá si es eficaz para proteger contra la infección o enfermedad por la COVID-19. Sin esa información sería prematuro el introducir Abdala para vacunación en Venezuela, o para su producción en el país.
La Academia Nacional de Medicina advierte sobre los riesgos de introducir prematuramente en Venezuela un candidato a vacuna experimental, cuando el país ni siquiera tiene un acceso adecuado a vacunas de reconocida seguridad y eficacia. La Academia ofrece su experiencia y conocimiento para evaluar vacunas para su posible uso en Venezuela.