Colchicina, fármaco antiinflamatorio oral, puede prevenir complicaciones y hospitalizaciones en pacientes no hospitalizados con diagnóstico reciente de COVID-19, de acuerdo con un comunicado de prensa de los investigadores del estudio ColCORONA.
Después de un mes de tratamiento, hubo una reducción de 21% en el riesgo del criterio principal de valoración compuesto de muerte y hospitalizaciones que no alcanzó la significancia estadística, en comparación con placebo, en 4.488 pacientes externos que participaron en el estudio global de fase 3.
No obstante, después de excluir a 329 pacientes sin una prueba de reacción en cadena de polimerasa (PCR) confirmatoria, se informó que el uso de colchicina reduce significativamente 25% las hospitalizaciones, 50% la necesidad de ventilación mecánica y 44% las muertes.
«Consideramos que este es un avance médico. No se dispone de un tratamiento aprobado para prevenir las complicaciones de la COVID-19 en pacientes externos, para evitar su hospitalización», dijo a Medscape el investigador principal Dr. Jean-Claude Tardif, del Montreal Heart Institute en Quebec, Canadá.
«Sé que en varios países se analizarán los datos con mucha rapidez y en Grecia se aprobó el 24 de enero. Así que da esperanzas a los pacientes», comentó.
Tras el perjuicio ocasionado por hidroxicloroquina y otros fármacos propuestos, sin evidencia publicada en artículos bajo revisión por pares, la respuesta al anuncio fue atenuada por el deseo de más detalles.
Al pedirle su comentario, el Dr. Steven E. Nissen de la Cleveland Clinic Foundation, en Cleveland, Estados Unidos, se mostró cauteloso. «El comunicado de prensa sobre el estudio es vago y carece de detalles como hazard ratios, intervalos de confianza y valores de p, dijo a Medscape.
«Es imposible evaluar los resultados de este estudio sin estos detalles. También es dudosa la rigurosidad de la recolección de datos», añadió. «Necesitaremos ver el manuscrito para interpretar de forma adecuada los resultados».
Los datos del comunicado de prensa son difíciles de interpretar, pero la intervención temprana con tratamiento antiinflamatorio tiene considerable atractivo biológico en la COVID-19, dijo el Dr. Paul Ridker, maestro en salud pública, quien dirigió el estudio fundamental CANTOS sobre el fármaco antiinflamatorio canakinumab en contexto subsiguiente a infarto de miocardio y presidente del estudio ACTIV-4B, que en la actualidad investiga anticoagulantes y antitrombóticos en pacientes externos con COVID-19.
«La colchicina es económica y por lo general bien tolerada, y hasta ahora se ha comunicado que los beneficios evidentes son sustanciales», dijo a Medscape el Dr. Ridker, del Brigham and Women’s Hospital en Boston, Estados Unidos. «Estamos ansiosos por ver los datos completos lo más pronto posible»