
Recopilado por José Luis Cevallos González. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 4. 14/07/2022
Estados Unidos perdió el progreso en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos en 2020 debido, en gran parte, a los efectos de la pandemia de COVID-19. Los CDC COVID-19: Impacto de ee.UU. en la resistencia a los antimicrobianos, Informe Especial 2022 [PDF – 44 páginas], concluyó que la amenaza de infecciones resistentes a los antimicrobianos no solo sigue presente, sino que ha empeorado.
Durante el primer año de la pandemia, más de 29.400 personas murieron de infecciones resistentes a los antimicrobianos comúnmente asociadas con la atención médica. De estos, casi el 40% de las personas contrajeron la infección mientras estaban en el hospital.
La carga nacional total de muertes por resistencia a los antimicrobianos puede ser mucho mayor, pero las brechas de datos causadas por la pandemia dificultan ese análisis. A los CDC les faltan datos para nueve de los 18 patógenos enumerados en su Informe de Amenazas de AR 2019. Las estimaciones de los CDC para 2019 siguen siendo los datos más sólidos que muestran la carga estadounidense de resistencia a los antimicrobianos: al menos 2.8 millones de infecciones resistentes a los antimicrobianos continúan ocurriendo en los Estados Unidos cada año y más de 35,000 personas mueren como resultado.
En el Informe de Amenazas de AR 2019, los CDC informaron que las inversiones a nivel nacional en prevención redujeron las muertes por infecciones resistentes a los antimicrobianos en un 18% de 2012 a 2017. Los datos de los CDC muestran que estas reducciones continuaron hasta 2020. Pero la pandemia resultó en infecciones más resistentes, un mayor uso de antibióticos y menos datos y acciones de prevención.
Este revés puede y debe ser temporal. Si cuenta con los recursos adecuados, los Estados Unidos pueden continuar construyendo sistemas de salud pública y atención médica resilientes para mantener a nuestra nación a salvo de la resistencia a los antimicrobianos.