por Silva Seraceni, et al. Enfermedades 2022, 10(3), 49; https://doi.org/10.3390/diseases10030049
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16 . ORCID: 0000-0002-3133-5183. 05/09/2022
Resumen
Las células T del SARS-CoV-2 son cruciales para la protección a largo plazo contra la reinfección. El objetivo era demostrar que la prueba de ensayo de liberación de interferón gamma (IGRA) podría ser útil para el monitoreo de la vacunación. Métodos: En una cohorte prospectiva de 98 trabajadores de la salud vacunados contra el SARS-CoV-2, seleccionamos a 23 personas con anticuerpos bajos (Grupo 1, N = 8), anticuerpos altos (Grupo 2, N = 9) y grupos de control negativos (Grupo 3, N = 6). Las respuestas humorales y celulares específicas del SARS-CoV-2 se analizaron a los 8 meses después de dos dosis de Pfizer BioNTech, evaluando anticuerpos bloqueadores anti-RBD (Dominio de Unión al Receptor) y RBD-ACE2 (Enzima Convertidora de Angiotensina-2) en sueros a través de un Inmunoensayo de Quimioluminiscencia (CLIA) y células T a través de la prueba IGRA en plasma heparinizado. Además, el subtipo de linfocitos se ejecutó mediante un citómetro de flujo. Se realizó análisis estadístico. Resultados: Los datos confirmaron que los niveles de anticuerpos RBD y RBD-ACE2 que bloquean ACE2 del Grupo 1 fueron significativamente más bajos que los del Grupo 2; p < 0,001. Sin embargo, las células T no mostraron diferencias significativas entre el Grupo 1 y el Grupo 2. Conclusiones: Este trabajo sugiere la necesidad de nuevas estrategias para la administración de dosis de refuerzo.