Los anticuerpos IgG son cruciales para la protección contra patógenos invasores. Un glucano ligado a N altamente conservado dentro de la cola de IgG-Fc, esencial para la función de IgG, muestra una composición variable en humanos. Las variantes de IgG afucosiladas ya se utilizan en anticuerpos terapéuticos contra el cáncer por su elevada actividad a través de los receptores Fc (FcγRIIIa). Aquí, reportamos que las IgG afucosiladas (~ 6% de la IgG total en humanos) se forman específicamente contra virus con envoltorio pero generalmente no contra otros antígenos. Esto media en las respuestas de FcγRIIIa más fuertes, pero también amplifica las tormentas de citocinas y las patologías inmunomediadas. Los pacientes con COVID-19 críticamente enfermos, pero no aquellos con síntomas leves, tenían niveles altos de anticuerpos IgG afucosilados contra el SARS-CoV-2, lo que amplifica la liberación de citocinas proinflamatorias y las respuestas de fase aguda. Por tanto, la glicosilación de anticuerpos juega un papel fundamental en las respuestas inmunitarias a los virus envueltos, incluido el COVID-19.