Teske Schoffelen, et al. DOI: 10.1016/j.cmi.2024.05.014
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Miembro Correspondiente Nacional, ANM puesto 16. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 23/09/2024
Resumen
Alcance
Esta guía de la Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas proporciona recomendaciones basadas en evidencia para respaldar una selección de prácticas adecuadas de uso de antibióticos para pacientes atendidos en el departamento de emergencias (DE) y orientación para su implementación. Los temas abordados en esta guía son (a) ¿Los biomarcadores o las pruebas rápidas de patógenos mejoran la prescripción de antibióticos y/o los resultados clínicos? (b) ¿La toma de hemocultivos en síndromes infecciosos comunes mejora la prescripción de antibióticos y/o los resultados clínicos? (c) ¿La espera vigilante sin terapia antibacteriana o con prescripción tardía de antibióticos reduce la prescripción de antibióticos sin empeorar los resultados clínicos en pacientes con síndromes infecciosos específicos? (d) ¿Los programas estructurados de seguimiento de cultivos en pacientes dados de alta del DE con cultivos pendientes mejoran la prescripción de antibióticos?
Métodos
La Sociedad Europea de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas y el presidente de la guía convocaron un panel de expertos. El panel seleccionó por consenso los cuatro temas más relevantes de administración de antimicrobianos según criterios de relevancia predefinidos. Para cada pregunta principal de los cuatro temas, se realizó una revisión sistemática, que incluyó ensayos controlados aleatorios y estudios observacionales. Se consideraron relevantes tanto los resultados clínicos como los resultados del proceso de administración relacionados con el uso de antibióticos. Las búsquedas bibliográficas se realizaron entre mayo de 2021 y marzo de 2022. En abril de 2022, se pidió formalmente a los miembros del panel que sugirieran estudios adicionales que no se identificaron en las búsquedas iniciales. Los datos se resumieron en un metanálisis si era posible o, de lo contrario, se resumieron de forma narrativa. La certeza de la evidencia se clasificó de acuerdo con los criterios de evaluación, desarrollo y clasificación de recomendaciones. El panel de la guía revisó la evidencia por tema, evaluándola críticamente y formuló recomendaciones a través de un proceso basado en el consenso. La solidez de las recomendaciones se clasificó como fuerte o débil. Para fundamentar el proceso de implementación, se identificaron ensayos de implementación o estudios observacionales que describieran facilitadores/barreras para la implementación a partir de las mismas búsquedas y se resumieron narrativamente.
Recomendaciones
Las recomendaciones sobre el uso de biomarcadores y pruebas rápidas de diagnóstico de patógenos se centran en el inicio de la administración de antibióticos en pacientes ingresados en urgencias. No se informó de su efecto en la interrupción o reducción de la dosis de antibióticos durante la estancia hospitalaria, ni tampoco de su efecto en las prácticas de prevención y control de infecciones hospitalarias. Las recomendaciones sobre la conducta expectante (es decir, la suspensión de la administración de antibióticos con algún tipo de seguimiento) se centran en síndromes infecciosos específicos para los que también se incluyó la bibliografía de atención primaria. Las recomendaciones sobre hemocultivos se centran en la indicación en tres síndromes infecciosos comunes en urgencias, excluyendo explícitamente a los pacientes con sepsis o shock séptico. La mayoría de las recomendaciones se basan en evidencias de muy baja o baja certeza, lo que da lugar a recomendaciones débiles o, cuando no había evidencia disponible, a declaraciones de mejores prácticas. La implementación de estas recomendaciones debe adaptarse a los entornos y circunstancias específicos de la urgencia. La escasez de estudios de alta calidad en el área de la optimización del uso de antimicrobianos en la urgencia destaca la necesidad de futuras investigaciones en este campo.