Enza D’Auria, et al. Frente. Pediatr. , 14 de septiembre de 2020. Sec. Inmunología Pediátrica. Volumen 8 – 2020 | https://doi.org/10.3389/fped.2020.00545
Recopilado por Carlos Cabrera Lozada. Individuo de Número, ANM Sillón VII. ORCID: 0000-0002-3133-5183. 25/03/2025
Resumen
Los nutrientes de los alimentos no se consumen de forma aislada, y la ingesta alimentaria interactúa de forma compleja, afectando la salud y las enfermedades. Por ello, al estudiar las enfermedades, es cada vez más atractivo y creciente centrarse en el patrón general de ingesta dietética, en lugar de en nutrientes individuales o grupos de nutrientes. La diversidad dietética se refiere a la variedad de alimentos consumidos, y los términos diversidad y variedad suelen usarse indistintamente. Cuando la dieta general se caracteriza por alimentos saludables, la diversidad dietética reflejará la diversidad/variedad de alimentos saludables consumidos a lo largo del tiempo. La introducción de alimentos sólidos en el primer año de vida se considera un indicador de mayor diversidad dietética. Consumir una variedad de alimentos y alérgenos alimentarios durante el primer año de vida puede aumentar la ingesta de nutrientes importantes y afectar positivamente la estructura y la función del microbioma intestinal. La ingesta de ácidos grasos omega-3 y fibras/prebióticos puede ser especialmente importante, pero se necesita más información sobre las dosis y qué individuos tienen más probabilidades de beneficiarse. Una mayor diversidad dietética durante el primer año de vida también se asocia con una reducción de las alergias alimentarias. Además de la diversidad dietética, los índices dietéticos se consideran medidas de la calidad general de la dieta y pueden utilizarse como una evaluación sencilla de la ingesta dietética. El objetivo de este artículo es revisar y abordar críticamente el conocimiento actual sobre la asociación entre la diversidad dietética, los índices dietéticos y los resultados de las alergias. Con base en la evidencia actual, recomendamos la introducción de alimentos sólidos, incluyendo los alergénicos comunes, durante el primer año de vida, según las capacidades de neurodesarrollo del lactante y sus hábitos familiares o culturales. En el caso de lactantes con DA o AF grave, puede ser recomendable una evaluación médica antes de introducir alérgenos alimentarios comunes en la dieta. Existe evidencia limitada sobre el papel de los índices dietéticos en el embarazo y las enfermedades alérgicas en la descendencia, y los resultados más prometedores indican una reducción en la ingesta de sibilancias o asma en la infancia.